ESCUELA DE MÚSICA - Sinfónica Juvenil de Colombia

La Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia ESCUELA DE MUSICA (FOSJC), creada en 1978 por el Violista, Pedagogo y Director de Orquesta, Maestro Ernesto Díaz Alméciga (1932-2001), Su objetivo principal es la formación de músicos instrumentista. El Programa de Conocimientos en Música (PRE UNIVERSITARIO EN MÚSICA). La practica en orquestas da a sus estudiantes un alto nivel Cursos libre , clases para niños sede temprana edad. clases de todos los intrumentos

sábado, febrero 25, 2006

EDUCACIÓN

INCONVENIENTES FÍSICOS, PSICOLÓGICOS Y UN ENTORNO POCO ATRACTIVO SON ALGUNAS CAUSAS NIÑO DISTRAIDO;PAPÁS EN ALERTA Si no comprende por qué un menor puede pasar horas atento a un videojuego y hace todo lo contrario en el salón de clase, la respuesta puede estar en la motivación. Identifique los problemas de atención. SONIA LÓPEZ ORTIZ REDACTORA DE EL TIEMPO Domingo febrero 19 de 2006 Si le resultan familiares fra­ses como: "su hijo vive en la luna", "se la pasa echando glo­bos" o "no pone atención", no las descarte: una situación de estas mal llevada puede difi­cultar el aprendizaje del niño. En el mundo, uno de cada diez menores tiene problemas para poner atención, situa­ción que se refleja en el rendi­miento académico y en su re­lación con los amigos y los fa­miliares. Los problemas de atención, a diferencia del déficit de aten­ción, no tienen causas heredi­tarias y pueden ser más tolera­bles, siempre y cuando el niño cuente con el permanente apo­yo y motivación de quienes lo rodean. No es posible detectar estos problemas en preescolar, por­que la atención que se necesi­ta en este grado es de corto pla­zo e involuntaria, situación que cambia cuando el niño en­tra a la primaria, etapa con más horas de intensidad. ¿Qué es la atención? Es la capacidad del ser hu­mano para recibir los estímu­los externos. Se clasifica en in­voluntaria y voluntaria. Involuntaria: la tiene todo ser humano. Para el psiquia­tra de niños y profesor de la Universidad Nacional Rafael Vásquez, es tan natural como el color de los ojos. Sin inconvenientes físicos o psicológicos, un niño de 7 años tiene una atención invo­luntaria de 15 minutos, mien­tras que un adulto alcanza los 25. "De ahí en adelante la aten­ción es voluntaria", agrega. Para Miguel de Zubiría, de la Fundación Alberto Merani, esta atención funciona todo el tiempo. "Es la más primitiva. Se usa, por ejemplo, cuando estamos caminando y de re­pente algo nos llama la aten­ción". Voluntaria: se usa a diario para actividades necesarias para el desarrollo personal, es­colar y laboral, como leer, es­cribir y escuchar, entre otras. Es un acto donde la perso­na es consciente de la activi­dad que va a hacer y que le exi­ge estar atento. "Es como obe­decerse a uno mismo", com­plementa de Zubiría. ¿Cuáles son las causas de los problemas de atención? Son varias. Para detectar­las, primero hay que determinar si existen problemas de orden físico: fallas en la visión, cansancio, fatiga, alimenta­ción o dificultades respirato­rias. "En este último, el niño en la noche duerme con la na­riz tapada y se despierta varias veces. Al día si­guiente se levanta igual que un adulto que ha trasnochado", explica el psiquiatra Vásquez. También están las dificul­tades psicológicas motivadas por conflictos familiares no re­sueltos, maltrato o situacio­nes que le generen tensión, es­pecialmente en niños que a pe­sar de su edad han asumido responsabilidades de adultos (cuidar a sus hermanitos me­nores o trabajar). El yoga es una actividad que puede ayudar a mejorar la atención del niño. Pintar y hacer ejercicio son otras opciones. Tampoco hay que descartar el lugar de estudio: debe ser cómodo y motivador, sin elementos que lo distraigan. La atención depende de la motivación externa. Por eso los materiales, los colores y el entorno son fundamentales para hacer alguna actividad. Según los expertos, reco­mendaciones hay muchas, pero sus efectos dependerán no solo del niño, sino del compro­miso de los adultos. "El ejemplo empieza en el hogar. Si nadie lee en casa ¿cómo exigirle eso? ¿Cómo de­cirle que el deporte es salud cuando en su entorno se hace lo contrario?", cuestiona el psi­quiatra Vásquez. INCONVENIENTES FÍSICOS, PSICOLÓGICOS Y UN ENTORNO POCO ATRACTIVO SON ALGUNAS CAUSAS NIÑO DISTRAÍDO; PAPÁS EN ALERTA Si no comprende por qué un menor puede pasar horas atento a un videojuego y hace todo lo contrario en el salón de clase, la respuesta puede estar en la motivación. Identifique los problemas de atención. Si le resultan familiares fra­ses como: "su hijo vive en la luna", "se la pasa echando glo­bos" o "no pone atención", no las descarte: una situación de estas mal llevada puede difi­cultar el aprendizaje del niño. En el mundo, uno de cada diez menores tiene problemas para poner atención, situa­ción que se refleja en el rendi­miento académico y en su re­lación con los amigos y los fa­miliares. Los problemas de atención, a diferencia del déficit de aten­ción, no tienen causas heredi­tarias y pueden ser más tolera­bles, siempre y cuando el niño cuente con el permanente apo­yo y motivación de quienes lo rodean. No es posible detectar estos problemas en preescolar, por­que la atención que se necesi­ta en este grado es de corto pla­zo e involuntaria, situación que cambia cuando el niño en­tra a la primaria, etapa con más horas de intensidad. ¿Qué es la atención? Es la capacidad del ser hu­mano para recibir los estímu­los externos. Se clasifica en in­voluntaria y voluntaria. Involuntaria: la tiene todo ser humano. Para el psiquia­tra de niños y profesor de la Universidad Nacional Rafael Vásquez, es tan natural como el color de los ojos. Sin inconvenientes físicos o psicológicos, un niño de 7 años tiene una atención invo­luntaria de 15 minutos, mien­tras que un adulto alcanza los 25. "De ahí en adelante la aten­ción es voluntaria", agrega. Para Miguel de Zubiría, de la Fundación Alberto Merani, esta atención funciona todo el tiempo. "Es la más primitiva. Se usa, por ejemplo, cuando estamos caminando y de re­pente algo nos llama la aten­ción". Voluntaria: se usa a diario para actividades necesarias para el desarrollo personal, es­colar y laboral, como leer, es­cribir y escuchar, entre otras. Es un acto donde la perso­na es consciente de la activi­dad que va a hacer y que le exi­ge estar atento. "Es como obe­decerse a uno mismo", com­plementa de Zubiría. ¿Cuáles son las causas de los problemas de atención? Son varias. Para detectar­las, primero hay que determinar si existen problemas de orden físico: fallas en la visión, cansancio, fatiga, alimenta­ción o dificultades respirato­rias. "En este último, el niño en la noche duerme con la na­riz tapada y se despierta varias veces. Al día si­guiente se levanta igual que un adulto que ha trasnochado", explica el psiquiatra Vásquez. También están las dificul­tades psicológicas motivadas por conflictos familiares no re­sueltos, maltrato o situacio­nes que le generen tensión, es­pecialmente en niños que a pe­sar de su edad han asumido responsabilidades de adultos (cuidar a sus hermanitos me­nores o trabajar). El yoga es una actividad que puede ayudar a mejorar la atención del niño. Pintar y hacer ejercicio son otras opciones. Tampoco hay que descartar el lugar de estudio: debe ser cómodo y motivador, sin elementos que lo distraigan. La atención depende de la motivación externa. Por eso los materiales, los colores y el entorno son fundamentales para hacer alguna actividad. Según los expertos, reco­mendaciones hay muchas, pero sus efectos dependerán no solo del niño, sino del compro­miso de los adultos. "El ejemplo empieza en el hogar. Si nadie lee en casa ¿cómo exigirle eso? ¿Cómo de­cirle que el deporte es salud cuando en su entorno se hace lo contrario?", cuestiona el psi­quiatra Vásquez. PARA ATENDER MAS...... En las tareas, el tiempo ideal no debe superar la hora. "Un niño de 7 años se concentra Involuntariamente 15 minutos; los 45 restantes son voluntarios. Más de ese tiempo el niño se agota. Se aconseja hacer pausas cada hora, cuando las tareas son muchas. Los juegos de mesa son una buena alternativa: los mantienen atentos en una situación específica y les permiten crear estrategias. Los de corta duración sirven para los más pequeños, mientras que el ajedrez ayuda a los niños mayores de 9 años. Los videojuegos, de acuerdo con el tema, ayudan al desarrollo de habilidades, como en las matemáticas. Sin la orientación, su uso puede ser perjudicial, en especial si tiene dosis de violencia. Armar rompecabezas y hacer lecturas cortas con preguntas ayuda a tenerlos concentrados. Apóyelo para que todo lo que empiece, lo termine. Acompáñelo, pero no lo obligue. Sirve cualquier deporte o disciplina que le exija ser constante, también, actividades sostenidas (no muy largas) como pintar y tocar un instrumento musical. Nota: En FOSJC: Estamos convencidos de que estas y otras diciplinas ayudan a los padres en la formación de sus hijos.Y les brindamos talleres de yoga gratuitos a la comunidad de la fundación Para mas información llamar 2322171/73 www.fosjc.com

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal